Crónica por Carlos Marín
La mañana del 4 de mayo en la Universidad de El Salvador decenas de estudiantes iban llenando los asientos del Teatro
Universitario que recibía por primera vez después de finalizado el conflicto
armado y firmarse los Acuerdos de Paz a
representantes del Comité de Ex presos y
Ex presas Políticos y Políticas de El
Salvador (COPPES).
Sus rostros de
curiosidad lo decían todo, conmovidos,
emocionados, dubitativos, queriendo encontrar respuestas de lo que sus
ojos veían sobre algo que probablemente
desconocían o les habían contado sus
padres o abuelos.
En la sala anterior al
recinto del teatro universitario estaban
colgadas algunas fotografías de presos políticos durante los fatídicos años de
guerra civil que vivió El Salvador; otras fotografías mostraban las secuelas de
la tortura, hombres quemados con ácido, recuperándose en la prisión después de
haber estado en calidad de desaparecidos; otros, desde la cárcel, levantando su puño izquierdo en señal de triunfo, eran “tiempos de amor y guerra” como
escribiera en su novela el laureado
escritor ya fallecido Eduardo Galeano.
En otro mostrador se había colocado algunos cartelesr que
marcaban una línea del tiempo sobre el trabajo que ha realizado el COPPES en la
búsqueda de la verdad, justicia y reparación junto con otras organizaciones de
derechos humanos.
Más al fondo, estaban
colocadas sobre una vitrina de cristal unas figuras de barro parecidas a las
que se fabrican artesanalmente en
Ilobasco en el Departamento de Sensuntepeque, la diferencias de estas figuras es
que representaban lúdicamente los actos
de tortura cometidos por los “cuerpos de seguridad” (Policía de Hacienda, Guardia Nacional,
Policía Nacional, Ejercito).
Esto sin duda fue mucha
información para los jóvenes estudiantes quienes sin duda la procesaban y preparaban una pila de preguntas a los participantes del COPPES en el
conversatorio que se realizó esa mañana.
El acto oficial lo
abrió el presidente de la Asamblea
General Universitaria, Nelson Bernabé Granados quien se refirió al papel de la
Universidad de El Salvador en recuperar la memoria histórica a través de este
tipo de actividades “porque al olvidar
el pasado estamos expuestos a repetir la misma historia”, enfatizó.
La siguiente
intervención fue para Mario
Castrillo representante de la Secretaría
de Arte y Cultura de la Universidad de El Salvador quien hizo una reseña
histórica de las luchas de independencia que ha vivido El Salvador y el
ocultamiento intencional por la historia oficial en los libros de textos en las escuelas y universidades, no es sino
hasta después de los Acuerdos de Paz que se empieza a conocer la verdadera
historia, dijo Castrillo.
En ese contexto de
represión durante el conflicto armado nace el Comité de Presos Políticos de El
Salvador, COPPES, quien fue considerado el quinto frente de guerra del FMLN y
“hoy tenemos la oportunidad de escuchar sus testimonios en esta mañana..estos
compañeros sobrevivieron a las torturas, a la cárcel y considero personalmente
que ellos son verdaderos héroes populares y nosotros les debemos mucho
cariño y respeto” finalizó.
La intervención final
por representantes de la UES fue la de
Erick López, miembro de la comisión de cultura de la asamblea general
universitaria quien hizo un recorrido histórico, social, político y económico
de El Salvador. En ese contexto ascienden las oligarquías y el militarismo en
el país lo que provoca golpes de estado, huelgas de brazos caídos, fraudes
electorales lo que lleva a la radicalización de la lucha organizada de obreros,
campesinos, estudiantes y sectores progresistas. Es en este marco, según López
que nace el COPPES, puesto que diariamente en los primeros años del
recrudecimiento de la guerra miles de salvadoreños fueron capturados,
torturados y desaparecidos.
Finalmente, llegó el
turno para el presidente de la Junta Directiva del COPPES, Héctor Bernabé
Recinos, quien explicó el trabajo del COPPES y su principal misión que es la
búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación desde la condición de
víctimas de violaciones de derechos humanos.
Bernabé Recinos reitera
que hoy más que nunca el trabajo del COPPES es necesario porque “después de los Acuerdos de Paz no ha
habido un programa de atención a las víctimas de violaciones de los derechos
humanos por ningún gobierno, los
victimarios andan sueltos, los protege una ley de amnistía, la impunidad campea
en El Salvador”, enfatizó.
Otra tarea que estamos
realizando, reiteró Bernabé Recinos, son los conversatorios con jóvenes universitarios para contarles qué fue lo que
pasó durante la guerra civil en El Salvador, porque somos fuente directa de
consulta para quienes estudien la
memoria histórica del país.
En este conversatorio,
además de Héctor Bernabé Recinos, presidente del COPPES, participó Rolando
González, secretario, David Córdova, miembro de la Junta directiva, quienes
presidieron la mesa de honor, además de ellos, seis miembros del COPPES como
delegados principales y la infaltable participación y acompañamiento de Camelia
Cartagena, investigadora de derechos humanos, quien ha colaborado con la UCA y
organismos internacionales de derechos humanos.
Entre las preguntas que
formularon los estudiantes fueron: que se espera lograr traer al presente lo que pasó en la
guerra; si se decretara la ley de amnistía tendrían que ir ex militares y funcionarios del actual gobierno del FMLN
que fueron guerrilleros; cómo creen solucionar los casos de impunidad cuando no
se tienen pruebas; cuál es el legado que desean dejar a los jóvenes y cuál
podría ser el papel de los jóvenes frente a estos casos de impunidad.
Así el COPPES concluyó
otro conversatorio con jóvenes universitarios que para sus organizadores dejó
la satisfacción de contar realmente lo que pasó, lo cual ha sido ocultado por
la historia oficial, pero el trabajo constante y firme de los ex presos y ex
presas políticos de El Salvador dejará un legado a las nuevas generaciones que
los delitos de lesa humanidad no prescriben y deben ser enjuiciados para el
bien del país.