miércoles, 18 de mayo de 2016

COPPES realiza conversatorio con jóvenes universitarios



Crónica por Carlos Marín
La mañana del  4 de mayo  en la Universidad de El Salvador  decenas de estudiantes iban  llenando los asientos del Teatro Universitario que recibía por primera vez después de finalizado el conflicto armado  y firmarse los Acuerdos de Paz a representantes del Comité  de Ex presos y Ex presas  Políticos y Políticas de El Salvador (COPPES).
Sus rostros de curiosidad  lo decían todo,  conmovidos,  emocionados, dubitativos, queriendo encontrar respuestas de lo que sus ojos veían  sobre algo que probablemente desconocían o  les habían contado sus padres o abuelos.
En la sala anterior al recinto del teatro  universitario estaban colgadas algunas fotografías de presos políticos durante los fatídicos años de guerra civil que vivió El Salvador; otras fotografías mostraban las secuelas de la tortura, hombres quemados con ácido, recuperándose en la prisión después de haber estado en calidad de desaparecidos; otros, desde la cárcel,  levantando su puño izquierdo en señal de  triunfo, eran “tiempos de amor y guerra” como escribiera en su novela el  laureado escritor ya fallecido Eduardo Galeano.
En otro mostrador  se había colocado algunos cartelesr que marcaban una línea del tiempo sobre el trabajo que ha realizado el COPPES en la búsqueda de la verdad, justicia y reparación junto con otras organizaciones de derechos humanos.
Más al fondo, estaban colocadas sobre una vitrina de cristal unas figuras de barro parecidas a las que se fabrican  artesanalmente en Ilobasco en el Departamento de Sensuntepeque, la diferencias de estas figuras es que representaban lúdicamente  los actos de tortura cometidos por los “cuerpos de seguridad”  (Policía de Hacienda, Guardia Nacional, Policía Nacional, Ejercito).
Esto sin duda fue mucha información para los jóvenes estudiantes quienes  sin duda la procesaban y  preparaban una pila de  preguntas a los participantes del COPPES en el conversatorio que se realizó esa mañana.
El acto oficial lo abrió el presidente  de la Asamblea General Universitaria, Nelson Bernabé Granados quien se refirió al papel de la Universidad de El Salvador en recuperar la memoria histórica a través de este tipo de actividades  “porque al olvidar el pasado estamos expuestos a repetir la misma historia”, enfatizó.
La siguiente intervención fue para  Mario Castrillo  representante de la Secretaría de Arte y Cultura de la Universidad de El Salvador quien hizo una reseña histórica de las luchas de independencia que ha vivido El Salvador y el ocultamiento intencional por la historia oficial en los libros de textos  en las escuelas y universidades, no es sino hasta después de los Acuerdos de Paz que se empieza a conocer la verdadera historia, dijo Castrillo.
En ese contexto de represión durante el conflicto armado nace el Comité de Presos Políticos de El Salvador, COPPES, quien fue considerado el quinto frente de guerra del FMLN y “hoy tenemos la oportunidad de escuchar sus testimonios en esta mañana..estos compañeros sobrevivieron a las torturas, a la cárcel y considero  personalmente  que ellos son verdaderos héroes populares y nosotros les debemos mucho cariño y respeto” finalizó.
La intervención final por representantes de la UES fue la de  Erick López, miembro de la comisión de cultura de la asamblea general universitaria quien hizo un recorrido histórico, social, político y económico de El Salvador. En ese contexto ascienden las oligarquías y el militarismo en el país lo que provoca golpes de estado, huelgas de brazos caídos, fraudes electorales lo que lleva a la radicalización de la lucha organizada de obreros, campesinos, estudiantes y sectores progresistas. Es en este marco, según López que nace el COPPES, puesto que diariamente en los primeros años del recrudecimiento de la guerra miles de salvadoreños fueron capturados, torturados y desaparecidos.
Finalmente, llegó el turno para el presidente de la Junta Directiva del COPPES, Héctor Bernabé Recinos, quien explicó el trabajo del COPPES y su principal misión que es la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación desde la condición de víctimas de violaciones de derechos humanos.
Bernabé Recinos reitera que hoy más que nunca el trabajo del COPPES es necesario  porque “después de los Acuerdos de Paz no ha habido un programa de atención a las víctimas de violaciones de los derechos humanos por ningún gobierno,  los victimarios andan sueltos, los protege una ley de amnistía, la impunidad campea en El Salvador”, enfatizó.
Otra tarea que estamos realizando, reiteró Bernabé Recinos, son los conversatorios con jóvenes  universitarios para contarles qué fue lo que pasó durante la guerra civil en El Salvador, porque somos fuente directa de consulta para quienes estudien  la memoria histórica del país.
En este conversatorio, además de Héctor Bernabé Recinos, presidente del COPPES, participó Rolando González, secretario, David Córdova, miembro de la Junta directiva, quienes presidieron la mesa de honor, además de ellos, seis miembros del COPPES como delegados principales y la infaltable participación y acompañamiento de Camelia Cartagena, investigadora de derechos humanos, quien ha colaborado con la UCA y organismos internacionales de derechos humanos.
Entre las preguntas que formularon los estudiantes fueron: que se espera  lograr traer al presente lo que pasó en la guerra; si se decretara la ley de amnistía tendrían que ir ex militares  y funcionarios del actual gobierno del FMLN que fueron guerrilleros; cómo creen solucionar los casos de impunidad cuando no se tienen pruebas; cuál es el legado que desean dejar a los jóvenes y cuál podría ser el papel de los jóvenes frente a estos casos de impunidad.
Así el COPPES concluyó otro conversatorio con jóvenes universitarios que para sus organizadores dejó la satisfacción de contar realmente lo que pasó, lo cual ha sido ocultado por la historia oficial, pero el trabajo constante y firme de los ex presos y ex presas políticos de El Salvador dejará un legado a las nuevas generaciones que los delitos de lesa humanidad no prescriben y deben ser enjuiciados para el bien del país.